En los últimos años, la palabra ansiedad se ha hecho habitual en nuestras conversaciones, pero ¿realmente entendemos qué es y cómo gestionarla? Muchas personas sienten que la ansiedad aparece sin avisar y se instala en su día a día como una compañera incómoda. En esta entrevista, comparto una mirada clara y cercana sobre esta emoción, con el objetivo de ayudarte a comprenderla, reconocerla y empezar a relacionarte con ella de forma más amable.

Hablamos sobre qué es la ansiedad, qué la desencadena, cómo se manifiesta y qué herramientas prácticas podemos aplicar tanto en el momento como a largo plazo para prevenir que se cronifique.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción natural que aparece cuando percibimos una amenaza o algo incierto. Es una señal de alerta que nuestro cuerpo activa para protegernos. El problema no es sentir ansiedad, sino cuando esta se vuelve constante, intensa o desproporcionada frente a lo que está ocurriendo.

¿Qué la produce?

La ansiedad puede desencadenarse por muchas razones, como:

  • Exceso de exigencia o perfeccionismo
  • Situaciones nuevas o inciertas
  • Sobrecarga de tareas o falta de descanso
  • Miedo a no estar a la altura o a no tener control
  • Pensamientos anticipatorios (preocuparse por lo que “podría pasar”)

La clave está en cómo interpretamos lo que vivimos, no solo en la situación en sí.

¿Cómo se manifiesta?

Cada persona lo vive de forma distinta, pero los síntomas más comunes son:

  • Físicos: presión en el pecho, respiración acelerada, tensión muscular, cansancio, problemas digestivos.
  • Mentales y emocionales: preocupación constante, dificultad para concentrarse, sensación de no poder parar la mente, miedo, irritabilidad.
  • Conductuales: evitar situaciones, necesidad de tener todo bajo control, dificultad para dormir o descansar.

¿Qué puedo hacer en el momento en que siento ansiedad?

Aquí algunas estrategias sencillas y efectivas:

  1. Respirar profundamente: Inhalar por la nariz en 4 tiempos, exhalar por la boca en 6. Esto ayuda a calmar el sistema nervioso.
  2. Poner atención al cuerpo: Sentir los pies en el suelo, moverse, estirarse. Ayuda a “salir” de la mente.
  3. Nombrar lo que sientes: “Estoy sintiendo ansiedad, y está bien”. Esto normaliza la emoción y reduce su intensidad.
  4. Romper el bucle mental: Hacer una pausa, beber agua, salir a caminar o cambiar de entorno unos minutos.
  5. Cuidar el diálogo interno: Hablarte con amabilidad y no con exigencia

¿Cómo puedo prevenirla o evitar que se cronifique?

  • Descanso real: No solo dormir, también desconectar de pantallas y rutinas.
  • Pausas conscientes durante el día: Respirar, estirarte, no ir corriendo a la siguiente tarea.
  • Revisar el nivel de autoexigencia: Preguntarte si te estás pidiendo demasiado.
  • Organización realista: Planificar lo importante y aceptar que no todo puede hacerse a la vez.
  • Espacios de bienestar diario: Actividades que te calmen o te conecten contigo (caminar, meditar, escribir, pintar, etc.).

La ansiedad no es algo que tengamos que eliminar, sino entender y aprender a gestionar. Es un mensaje del cuerpo y la mente que nos pide atención, no castigo. Escúchala con amabilidad, no con exigencia.

Y es que la ansiedad no es un fallo ni una debilidad. Es una señal de alerta que necesita ser escuchada con respeto, no con juicio. Cuando aprendemos a observarla sin miedo, empezamos a recuperar el equilibrio.

Escucha la entrevista completa desde aqui

Espero que esta conversación te haya ofrecido claridad y recursos útiles. Si estás viviendo momentos de ansiedad o te gustaría incorporar estrategias personalizadas para gestionarla desde el bienestar y la autocompasión, estaré encantada de acompañarte desde Zentrum Coaching. Puedes escribirme directamente aquí.

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Consultora de RRHH y formadora. Experta en Bienestar corporativo y desarrollo del Liderazgo consciente. Economista, Coach, PNL, instructora de Mindfulness y meditación

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