Un descanso reparador es clave para sentirte optimista, de buen humor y con la fortaleza que necesitas para afrontar cualquier contratiempo que surja durante el día.
Es posible que no siempre lo consigas; el ritmo de tu actividad diaria, preocupaciones, emociones y pensamientos que te inquietan hacen que aún por la noche sigas en estado de alerta.
Sin embargo puedes prepararte antes de acostarte, relajar tu cuerpo y liberar tensiones. La respiración te ayuda a conseguirlo.
Fíjate en este sencillo ejercicio.
1.Siéntate en una postura cómoda y respira lenta y serenamente.
2.Empieza a recorrer tu cuerpo con la respiración, desde los pies. Activa cada músculo durante unos segundos y después suéltalo. Permite que tu cuerpo poco a poco se vaya aflojando un poco más y relajando.
3.Inspira al apretar y expira al soltar. Puede resultarte útil imaginar que aprietas una pelotita y la dejas ir.
4.Mantente en este ejercicio el tiempo que necesites y termina respirando de forma natural entre 10 y 15 segundos.
Si lo practicas unos minutos cada día, te darás cuenta que cada vez te resulta más sencillo relajar tu cuerpo justo cuando más lo necesites.
Si quieres saber cómo ayudarte a calmar la mente, este otro ejercicio te interesará.
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