He estado haciendo varios talleres y encuentros de práctica de mindfulness en las últimas semanas y, una de las preguntas más frecuentes que me hacen es.. ¿cómo lo hago para dejar la mente en blanco?

Estar presentes

En realidad la práctica de la atención plena no es dejar la mente en blanco, es bastante más sencillo. Se trata solamente de estar presentes, “aquí y ahora”, disfrutar de la experiencia tal como es, sin juicios, sin expectativas, sin pensamientos del pasado y del futuro.

Y en la experiencia del estar presentes, con lo que hay, aparece la serenidad, la calma, la tranquilidad, al soltar todo lo que no necesitamos para este momento, nos sentimos liberados, plenos, conscientes, en conexión con nosotros mismos.

Dejar de hacer

El concepto es bien sencillo, la práctica es más complicada porque no estamos acostumbrados a dejar de hacer, a soltar.. y cuando lo hacemos, nos sentimos extraños.

Entonces la mente que no está habituada al silencio, a la calma, a estar haciendo nada, rápidamente nos propone pensamientos para volver a llenar ese vacío que tratamos de conseguir. Es la función de la mente, atender temas no resueltos y protegernos.

No solemos darle descanso a nuestra mente y nos cuesta, incluso algunos temen hacerlo, conectar consigo, por si aparecen pensamientos, sensaciones o emociones que no quieren ver..

Cuando consigues dominar tú a tu mente, y no la mente a ti, conquistas tu libertad, te vuelves líder de ti mismo.

Respira

Para practicar mindfulness no es necesario irse a ningún lugar lejano, ni adoptar una postura especial, ni tampoco es necesario aprender una técnica complicada, se trata solamente de respirar y poner nuestra atención en la respiración, hacer una respiración consciente, presente, hasta que la propia respiración encuentre su ritmo natural.

Cuando ponemos atención a nuestra respiración, evitamos que la mente esté en pensamientos del pasado y del futuro, generándonos estrés, preocupación constante, ansiedad..

No necesitas destinar horas para practicar mindfulness..

¿Tienes 1 minuto al día?

Si tienes 1 minuto puedes empezar a practicar..

Pon atención a tu respiración, comienza a disfrutar de más calma, más relajación, más claridad, atención, perspectiva.

Puedes practicar en cualquier momento y lugar, incluso mientras caminas, estás en la oficina o estando de pie.

Es posible que el primer día no lo consigas, pero no significa que no puedas practicar mindfulness, la clave es ser constante, paciente y compasivo contigo. Practica cada día, aunque sea unos pocos minutos, adquiere este nuevo hábito que cambiará tu vida personal y profesional.

¿Cómo ha sido tu experiencia?

Déjame tus comentarios en el blog, estaré encantada de saber cómo ayudarte más.

Un abrazo y ¡hasta pronto!

Mònica

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Consultora de RRHH y formadora. Experta en Bienestar corporativo y desarrollo del Liderazgo consciente. Economista, Coach, PNL, instructora de Mindfulness y meditación

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