A veces vives tan rápidamente que no le das importancia al comer. Comes a veces tan deprisa que ese momento de placer se convierte en una carrera para seguir haciendo más.
Y es que estar presente mientras comes, evitando distracciones, saboreando la comida de forma calmada, aceptando las sensaciones y sentimientos que percibes, te aporta más beneficios de seguramente imaginas.
Es el mindful eating y éstos son sus 4 mayores beneficios:
Promueve la concentración
Lo más habitual es estar con tu cuerpo en un lugar, pero tu mente no está contigo allí, porque no para de saltar de pensamiento en pensamiento, a veces del pasado y otras de lo que aún está por venir.
En cambio cuando comes de forma consciente estás también entrenado el músculo de tu atención: tu mente y tu cuerpo están en el mismo lugar en ese preciso instante.
Fíjate, es una práctica que te beneficiará en las diferentes actividades que hagas a lo largo del día. Y es que estar atento y concentrado en lo que sucede en ese momento te vuelve más productivo, más empático e intuitivo.
Ayuda a diferenciar el hambre emocional
Comer sin hambre, hacerlo por aburrimiento, tristeza o estrés es comer para cubrir un vacío, para llenar algo que te está faltando.
En cambio comer con plena atención te permite darte cuenta cuando ya tienes suficiente y disfrutar de una experiencia placentera con todos tus sentidos, porque tu atención está sólo en ese momento, allí contigo plenamente.
Cuando aprendes a comer consciente sabes cómo reducir el ritmo, tu cuerpo y tu mente se relajan y te das un espacio de descanso y placer para volver de nuevo a la actividad con energía renovada.
Mejora el control de peso
Fíjate, cuando tu atención está en los olores que percibe, en el tacto de la textura de los alimentos en el paladar, las sensaciones que despiertan en ti los distintos sabores, estás a su vez practicando el auto-control.
Reduce el estrés y ansiedad
Cuando dejas de comer de forma distraída, dejando que tu mente divague en otros lugares o de forma nerviosa o compulsiva, te vuelves cada vez más consciente de las emociones en las que estás.
Comer consciente te permite darte cuenta y reducir los sentimientos de estrés y ansiedad.
Pruébalo por ejemplo mientras tomas el café de la mañana: pon atención al olor del café recién molido, al sonio de la máquina mientras hierve el agua, a la temperatura que notas en los dedos de tus manos mientras sostienes la taza, la salivación en tu boca mientras saboreas sorbo a sorbo.
Déjate sentir estas sensaciones, permite que tu mente y tu cuerpo se aflojen, disfruta de este momento para ti. Empieza tu día con plenitud de energía.
Si quieres saber cómo conseguir más bienestar mental emocional, contáctame estaré encantada de acompañarte.
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