Aprovechar los residuos orgánicos que acumulas en la cocina es una manera muy sencilla de hacer tu propio compost en casa. Ya sean restos de fruta, verduras o posos de café, puedes utilizarlos como fertilizante natural para tus plantas.

Y es que el compostaje es una práctica con más de 10.000 años de historia que empezó a utilizarse en los campos agrícolas y hoy se ha convertido en una opción más para contribuir a la preservación del medio ambiente.

La técnica del compost se basaba en amontonar estiércol junto con restos de cosechas y residuos domésticos, y con ello abonaban la tierra sin necesidad de fertilizantes químicos.

Beneficios ambientales del compost

  • Incrementa la materia orgánica de la tierra haciéndola más nutritiva, con el consiguiente ahorro de macro y micronutrientes para el crecimiento de las plantas.
  • Mejora la estructura del suelo agrícola favoreciendo su capacidad de retención hídrica y retención de carbono.
  • Previene su erosión y degradación, reactiva suelos contaminados y favorece la biodiversidad del ecosistema .
  • Previene las plagas de forma natural.
  • Reduce la emisión de gases de efecto invernadero que afectan al cambio climático, al reducirse el gas metano y CO2 procedentes de la combustión de los restos orgánicos.
  • Se cierra el ciclo de la materia orgánica favoreciendo el crecimiento de la economía circular.

Cómo hacer tu propio compost en casa


Paso 1. Prepara el compostador

Es esa caja o recipiente en la que irás depositando los restos orgánicos que te servirán luego para preparar el compost.
Fíjate, puede ser una caja de madera, unos tablones reciclados, un macetero o una jardinera que ya no utilices. La clave es que el compost no esté sobre el suelo directamente.

Paso 2. Coloca los residuos orgánicos


Empieza por una primera capa de materiales secos para evitar que el compostador se pudra y estropee el contenido.
Es mejor si pones una primera capa de tierra y encima colocas materiales secos como serrín o paja, para absorber la humedad propia de la materia orgánica.

Añade los distintos residuos como peladura de verduras y frutas, hojas secas de plantas que hayas podado, cáscaras de huevo, posos de café, ramitas de plantas y árboles. Lo ideal es ir haciendo distintas capas según sean restos húmedos y verdes con restos secos para conseguir un compost casero de calidad.

Paso 3. Riega el compost casero


El compost necesita que de lo ventiles pero también que tenga un cierto grado de humedad para convertirse en fertilizante natural y nutritivo para tus cultivos ecológicos y plantas.

Riégalo de tanto en tanto, permitiendo que la humedad se vaya filtrando en las distintas capas del compost, sin encharcar el contenedor.

Paso 4. Disfruta de la experiencia

Aprovechar los propios residuos que generas en la cocina para darles una nueva vida, reciclar, reutilizar, aprovechar de forma consciente los recursos que dispones no sólo lo notará tu bolsillo, lo notará el planeta y lo notarás tú.

Gestos que no te llevan apenas tiempo y que contribuyen a vivir de forma consciente y responsable, a vivir despierto y con sentido, respetando el planeta y cuidando de tu salud y bienestar, como el mindfulness.

Si te interesa saber cómo empezar a hacer cambios sencillos en tu día a día que te ayuden a conseguir un estilo de vida más saludable, armonioso y feliz, contáctame y hablamos.

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Consultora de RRHH y formadora. Experta en Bienestar corporativo y desarrollo del Liderazgo consciente. Economista, Coach, PNL, instructora de Mindfulness y meditación

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