No es frecuente estar en el momento presente mucho tiempo, de hecho te diría que lo más habitual es pasar el día enredándote con pensamientos del pasado y del futuro continuamente. Y eso es lo que genera estrés, estar en un lugar físicamente y con tu mente en otro lugar.

De hecho la función de la mente es prevenirte de cualquier peligro, pero las distracciones del día a día, las demandas de los demás, la inmediatez que la tecnología han acostumbrado a que tu mente nunca pare y lo que es más, tal vez aún no sepa que es una mente calmada.

Y es que cuando calmas tu mente, tu cuerpo de relaja, tus pensamientos van más lentos, el ruido mental al que estás tan acostumbrado empieza a reducirse. Ese es el primer paso para reducir el estrés.

Pero para ello necesitas aprender a parar porque sólo cuando paras puedes tomar consciencia de eso que haces una y otra vez sin darte cuenta y te provoca estrés.

Los pensamientos que tienes, la forma de interpretar lo que sucede, lo que te dices, las decisiones que tomas, lo que transmites con tu cuerpo son distintas pistas que te ayudarán a darte cuenta.

Pruébalo por un instante, observa cómo está tu postura en este momento, si notas alguna tensión en el cuello, la espalda, en las piernas o si tal vez estás leyendo este artículo con la frente arrugada o estás apretando tu mandíbula.

Y lo mejor es que si tú quieres, puedes aprender ejercicios de meditación muy sencillos que te ayudarán a reducir el estrés. Es sólo cuestión de práctica, fíjate

1.Permanece inmóvil en el presente

Detente unos pocos minutos, deja los pies planos sobre el suelo, relaja tus brazos y deja las palmas de tus manos hacia arriba sobre tus piernas.

Relaja tu espalda y mantenla erguida sobre el asiento.

Suelta las tensiones de tu rostro y acerca el mentón hacia tu pecho.

Cierra los ojos y respira consciente unos pocos minutos.

Descansa en el movimiento de tu respiración, haz que tu atención esté sólo en ella, hasta que alcances el nivel de relajación amplio y profundo que necesitas.

Y cuando tengas suficiente, regresa.

2. Conecta con tu calma interior

Prepárate de nuevo para permanecer inmóvil en el presente unos minutos.

Esta vez coloca las palmas de tus manos sobre tu pecho y respira, como si quisieras cada vez ensanchar más y más tu pecho, hacerlo cada vez más y más grande.

Mantente unos minutos respirando cada vez más lento y más profundo.

Y cuando tú lo decidas, deja el ejercicio.

3. Envía buenos deseos

Adopta tu postura de meditación y coloca de las palmas de tus manos juntas delante de tu pecho.

Respira consciente, dejando que tu cuerpo se suelte y se relaje.

Conecta con el amor de tu corazón y envía buenos deseos.  Empieza por todas esas personas que quieres y que son importantes para ti, deséales lo mejor desde lo más profundo de tu corazón.

Y puedes seguir con esas otras personas que tienes menos relación, menos contacto, pero que forman parte también de tu vida, envíales buenos deseos.

Para terminar, envía buenos deseos a todas esas otras personas que no conoces, personas anónimas que contribuyen cada día a que nada te falte. Envíales también buenos deseos.

Y si tú lo sientes, sigue enviando buenos deseos a todos los seres vivos, y a la naturaleza, a las plantas, los árboles, el mar y todos los animales que habitan en ella.

Sigue el tiempo que necesites y cuando sea suficiente para ti, date un gran abrazo y regresa.

4. Siente agradecimiento

Adopta una postura cómoda sobre tu asiento y conecta con tu respiración.

Deja que tu cuerpo se suelte y se relaje a medida que vas inhalando y exhalando cada vez más lento y más largo.

Deja tus manos juntas, una encima de la otra sobre el pecho.

Conecta con tu corazón y pregúntate qué es todo aquello por lo que te sientes agradecido hoy.

No hace falta que sean grandes logros que hayas conseguido ni tampoco algún reto que esperas con ganas, se trata que reconozcas los pequeños detalles, todo aquello que estás tan acostumbrado a ver o a tener que ni tan siquiera te das cuenta que existe y te hace feliz.

Puede ser algo tan pequeño como tan “normal” que ni tan solo te habías parado a valorar. Sólo necesitas abrirte a conectar con la energía del agradecimiento para tomar consciencia y te darás cuenta de la riqueza que tienes.

Sigue el tiempo que necesites y cuando sea suficiente para ti, sonríe interiormente y regresa.

Aprovecha para escribir todas esas ideas que han ido saliendo a lo largo del ejercicio y guarda tu lista de agradecimiento para tenerla siempre a mano. Leerla por la mañana cuando amaneces coleará tu día con la energía de la motivación, la ilusión y el amor que te ayudará a afrontar cualquier revés durante el día.

5.Conecta con tu propósito

Todos estamos en este mundo por un motivo, es nuestra razón de ser. Conecta con ello, con tu propósito de vida y verás cómo emerge la motivación y el sentido en todo aquello que haces, y en ese momento se activa una energía creadora en ti que encuentra las oportunidades, un motor que es capaz de derribar cualquier obstáculo y seguir adelante con la fortaleza que necesitas para seguir adelante con plenitud cada día.

Adopta tu postura de meditación, acompáñate si lo necesitas con una música relajante de meditación y conecta con tu propósito el tiempo que necesites.

6.Conecta con tu visión para reducir el estrés

Visualiza tu visión, eso que quieres que sea tu futuro, quién quieres ser, dónde quieres estar, con quién, pero sobre todo, cómo quieres sentirte.

Te dará claridad para construir tu plan de mejora y progreso para alcanzar eso que buscas. Entonces sabrás a qué decir no y a comprometerte contigo teniendo clara la dirección que quieres seguir y te ayudará a reducir el estrés.

Prepárate una vez más para meditar y conectar con tu visión, con tu día ideal, imaginar cómo será hace que se aflojen las tensiones de tu mente y tu cuerpo, y te predispongas a que entre algo diferente en tu mente que ayuda a avanzar.

Repite esta meditación tantas veces como tú lo necesites, cuanto más visualices tu visión mayor claridad le das a tu mente para saber qué camino seguir.

Si tal vez te has encontrado con alguna dificultad en seguir alguno de estos 6 ejercicios de meditación y te gustaría aprender, contáctame, estoy aquí para acompañarte.

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Consultora de RRHH y formadora. Experta en Bienestar corporativo y desarrollo del Liderazgo consciente. Economista, Coach, PNL, instructora de Mindfulness y meditación

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